La verdad, nunca se sabe cuándo puede aparecer alguien especial que de nuevo encienda la chispa en tu vida.
Esta corta historia es un pequeño homenaje al amor que lleva arruguitas y que no es otro que aquel que aparece cuando uno tiene más experiecia sobre la espalda que agua hay en el mar.
Ella: una mujer muy querida en la residencia, de las más veteranas (desde que abrieron), emotiva y agradecida.
Él: un recién llegado ex-guardiacivil, con un carácter muy fuerte y un humor muy inteligente y en ocasiones criticón. Los dos sufrieron un ACV hace años que le dejó a ella sin ninguna funcionalidad en el hemicuerpo afectado además de una afasia motora gravísima y a él ciertas secuelas que no afectan en gran medida su independencia.
Yo que tengo buenos ojos para ver amor donde otros solo ven ambigüedades ya hace un tiempo que lo advertí: miradas cómplices, caricias en las manos, sonrisitas y mucho cariño.
Por fin han hecho oficial su amor. ¿No es precioso? Eso sí es amor. No hay ningún interés malévolo, no hay necesidades económicas, ni si quiera físicas,... sólo cariño y comprensión el uno por el otro. Se acompañan, se respetan, se miman, se defienden y se quieren.
De nuevo... Nunca se sabe cuándo puede aparecer alguien especial que de nuevo encienda la chispa en tu vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario